20090406

Vertiente


De un frasco de tinta china que se me volcó sobre la hoja en blanco que tenía apenas un puñado de rígidas líneas que se distinguen al centro, ahora bajo la preciosa libertad ribereña de la tinta. Cruzó de lado a lado la lámina y fue ganando terreno con ese carácter de las tintas orientales. Antes de bajarse de la hoja le pregunté por qué no te quedás un ratito antes de seguir ya que estás, y por qué no dijo ella y se esparció y se trazó y se siguió y ya no la seguí.